En las islas de Trobrian, archipiélago que forma parte de Papua
y Nueva Guinea, viven quizás las personas ms liberadas del planeta. A
principios de siglo, el comportamiento sexual de los isleños fue estudiado con
detalle por el antropólogo polaco Bronislaw Malinowski.Los resultados de la
investigación fueron recopilados en el libro con el título políticamente incorrecto
“La vida sexual de los salvajes”. En este Malinowski describe su participación
(por supuesto en pro de la ciencia) en las orgías comunitarias que se
celebraban en estas islas melanesias.
En la otra cara de la moneda se sitúan los habitantes de la
isla irlandesa de Beag,que son considerados la gente más reprimida del plneta.Los
hombres contemplan el sexo como un sumidero por el que se les escapa la energía
vital y ,por lo tanto, evitan los encuentros sexuales. Y las mujeres que experimentan
un orgasmo son tachadas de viciosas y pervertidas.
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